Es impresionante como la vida puede sorprenderte, después de
la deriva en Sigüenza daba ya por finalizado el reflexionar con Blancanieves
pero de repente se volvió a interponer en mi camino a través de la pantalla.
El Domingo pasado
buscando algo que ver en la tele apareció en un canal la película “Encantada:
La historia de Giselle” creo que es una
película que recopila varias de las películas clásicas entre ellas Blancanieves
dado que también hay una madrastra que quiere matar a la princesa pero en este
caso para que no le robe su reino al casarse con el príncipe.
Es una película que juega con la fantasía, con la magia y el
reino fantástico frente a la cruda
realidad donde no hay príncipes, a no ser que venga de ese reino mágico, sino
abogados que se convierten en el amor verdadero de la protagonista.
Creo que es una película en la cual nos hace ver que aunque
la magia puede llegar al mundo real, aquí no hay príncipes ni princesas pero si
puede triunfar el amor.
Además nos damos cuenta la inocencia de los niños y en como
cuando somos pequeños creemos en los cuentos de hadas, algo que de mayores se
pierde y que hasta nos pueden hasta tomar por locos.
A parte de esta sincronía con Blancanieves también me
impresionó la sincronía con el ritual del fuego que hicimos en Sigüenza y con
mi profesora de plástica dado que en la película la madrastra se convierte en
un dragón.
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