Soy adicto a mentir, soy adicto a la tristeza, soy adicto a criticar,
soy adicto al sufrimiento, soy adicto a hacer daño, soy adicto a confiar,…
Adicciones que nos atan en
ocasiones, y que mayoritariamente no son buenas para nosotros pero aun sabiéndolo
nos aferramos a ellas. Como Blancanieves con la manzana, mordida 16 veces en el
vídeo que realizamos en clase. Cada mordisco le aportaba una pequeña adicción
representada de color negro que se adhería en la Blancanieves, cada vez con
mayor fuerza y cantidad.
Yo en ese día, tenía la sensación
de tener que ser bruja en ese momento, quitarte mi peso de encima, “mi parte
negra”. Se la aportaría a otra persona, a la Blancanieves, sí es cierto, pero
ella sabría destruirla o deshacerse de ella, al menos mi Blancanieves sí supo
cómo hacerlo. La forma en la que lo hizo me provocó angustia, sentía su
sensación de agobio rodeada de tantas partes negras, tantas adicciones de las
que el círculo nos habíamos desprendido, en cierta manera. Al verla angustiada,
yo creo que no sólo a mí me transmitió esa angustia, sino al resto del grupo
también, por lo que algunos acudieron a ayudarla a desprenderse esas partes
negras.
De camino ya a casa estaba con el
móvil y vi la foto de debajo de este texto. Yo creo que resumía bastante bien
esa tarde, y la experiencia vivida muy enriquecedora y llena de energía, que
todos terminamos agradeciendo.
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