domingo, 24 de abril de 2016

"Soy una heroína"

Comienza mi día. Al despertar, canción que me viene a la cabeza: “Nosotros somos Tip y Dash héroes exploradores” de la segunda película de La Sirenita. Pero yo en ese momento no la recuerdo así, sino que yo la canto como: “nosotros somos Tip y Dash los rescatadooores”. Como aún no había pensado ninguna pregunta para responderme a lo largo de la experiencia en Sigüenza decidí que, relacionado con esa canción, mi pregunta sería: ¿Me van a rescatar?

Si me pregunto que si me van a rescatar, es obvio, o eso creo, que yo iba a ser Blancanieves, una Blancanieves azul como anteriormente en una actividad me identifiqué.
Por lo tanto, cogí mi cinta de flores azules y fui rumbo a la universidad. Pilar nos dijo que estuviésemos pendientes de nuestras emociones, dolencias, etc. Lo que yo noté en el camino es dolor de pies, por la mañana al ponerme los calcetines, vi que se me había roto la uña del pie, lo que había provocado que parte de ella se pusiese morada y que al andar me doliese un poco, esto me hizo pensar: ¿me será complicado escapar de mi bruja, y por eso necesito a alguien que me rescate? Mi pregunta sería respondida a lo largo del día.
Ya en Sigüenza, cuando el grupo se dispersó por el pueblo, yo me senté en un banco de un parque, y pensé que qué raro que no hubiese ningún niño/a en él. De repente aparecieron un montón de niños, poco a poco, en grupo hasta llenarse el parque, ¿los enanitos de Blancanieves? Uno de ellos se me acercó, me ofreció en una botella de Coca Cola y en su interior lo que él llamaba “Cola Cao”, que en verdad era agua y arena, lo rechacé obviamente. Un minuto después apareció mi bruja, de sorpresa y me advirtió de que era el primer aviso, ya sólo quedaban dos oportunidades más. ¿El “Cola Cao” era la señal de que mi bruja estaba cerca?, la manzana envenenada.
El día estaba terminando, paseaba por el pueblo sin encontrar a nadie conocido. El pueblo es muy solitario, y me paro enfrente de un escaparate de una tienda cerrada. Una parte del escaparate no era de cristal como de costumbre, sino que era más bien un espejo, e inconscientemente digo: “espejito espejito”, al oír mis palabras me sorprendo a mí misma por lo que acabo de decir, pienso: Sincronía.
Al reunirnos todo el grupo de nuevo yo estaba preocupada ya que mi respuesta no había sido respondida, o hasta el momento eso creía. Pilar y una compañera estaban haciendo paralelamente otra performance, una de ellas me ayudaría a responder mi pregunta. Pilar no me ayudó, en este caso, con mi pregunta, pero sí a sentir diferentes cosas con el fuego. Fue la compañera quien me respondió, ella llevaba una capa lila llena de chapas, al principio del día me pregunté el por qué de esas chapas. Ella me dijo que le contase algo que me hacía sentir bien porque había ayudado a alguien, se lo conté, y después ella me dio una chapa que ponía “Soy una heroína” ¿¡Heroína!?
Me sorprendí, mi comienzo del día empezaba con la canción con “… héroes exploradores”, aunque yo creía que era “… los rescatadores”, esa canción me ayudaba a formular mi pregunta: ¿Me van a rescatar? Lo que yo no sabía, es que la única que me podía rescatar era yo misma porque “Soy una heroína”. Muchas sincronías conectadas, hasta con una entrada que hice hace unas semanas sobre Blancanieves en la que yo decía: “Mi antídoto yo creo que no sería un objeto, una fragancia o unas palabras, para mí sería la experiencia, más bien, mi antídoto soy yo con mi experiencia.” 
La respuesta a mi pregunta: Mi antídoto soy yo, soy una heroína y me rescato a mí misma. Me agradeció la mujer de la capa lila que participara en su performance y yo le dije gracias también porque ella no sabía lo que me había ayudado cerrando así mi experiencia de ese día.




No hay comentarios:

Publicar un comentario