Estamos determinados a pasar por
muchas sincronías a lo largo del día, es decir, coincidencias de hechos en el tiempo, podemos o no
darnos cuenta de ellas. Ésto nos lo explicó nuestra profesora de plástica,
Pilar Pérez, desde el primer día de clase. Me llamó la atención, me costaba creer en ello porque a mí no me había pasado, hasta el pasado jueves
4 de febrero.
En el día mencionado anteriormente, quedamos de acuerdo en hacer un “atrapamiedos” porque en la clase anterior nos contamos en parejas una pesadilla propia y reflexionamos sobre el miedo que nos transmitía lo que nos estaba contando la otra persona, por lo que decidimos hacerlo para que nos librara de aquellos males y nos evitará más pesadillas de este tipo.
En el día mencionado anteriormente, quedamos de acuerdo en hacer un “atrapamiedos” porque en la clase anterior nos contamos en parejas una pesadilla propia y reflexionamos sobre el miedo que nos transmitía lo que nos estaba contando la otra persona, por lo que decidimos hacerlo para que nos librara de aquellos males y nos evitará más pesadillas de este tipo.
Me sorprendió mucho vivir una
de esas sincronías de la que hablaba mi profesora. Y así me he ido
sorprendiendo durante estos días desde aquel jueves, ya que he tenido otras
coincidencias viendo más de estos típicos atrapasueños. Quería compartir esta experiencia
para que los demás puedan reflexionar sobre estas sincronías, que sin darnos
cuenta no son visibles en nuestros ojos, pero ahí están.
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