jueves, 18 de febrero de 2016

Nuestra segunda cara.

Se acerca carnaval, pero ¿que disfraz me podría poner?

Cuando se acerca el día de carnaval todo el mundo planea un disfraz para ese día, un disfraz que sea el mejor de todos, con muchos colores pero que a la vez no se note mucho su presencia, que sea un pelín sexy, peor que tampoco enseñe mucho, o los chicos, un disfraz que sea el más llamativo de la fiesta y si es posible de chica. La gente en realidad no se termina de dar cuenta que lo único que hacen ese día es vestirse de manera diferente, ya que todos los días nos estamos disfrazando inconscientemente.

Nosotros hemos ido más allá que todo eso en la clase del jueves pasado, teníamos que elegir algo que no pareciese un disfraz, que no llevásemos normalmente, que nos recordase a nuestra infancia, ponernos en la piel de alguien, ser algo o alguien que has querido ser o no has podido.
Todo tenía que ser muy normal. Entonces tras darle muchas vueltas caí en la cuenta de que las personas que más admiro son mis padres, ya que ellos me han dado la vida, por lo que decidí disfrazarme de ellos, pero más concretamente de mi padre ya que estos momentos no son nada fáciles y él está siendo una persona muy fuerte.
Entonces empezó la actividad y empezó a subir gente y a sincerarse como nunca lo habíamos hecho con las personas de clase. 

La clase del día 11 fue muy dura. Salieron cosas increíbles y nos sinceramos de corazón con todo el mundo, sabiendo que no solo tú tienes problemas, sino que todos los tenemos, unos peores que otros pero todos acaban teniendo. 
Nos hizo ser más fuertes como grupo y a entendernos mejor.

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